24 enero 2015

Hoy me vienes en recuerdo

Un ronquido, un acierto, un huracán. 
Ellos son una especie de enfermedad. 
Son el extremo, orillas equidistantes. 
Son el lado opuesto, cara o cruz.

Se me escapa un recuerdo de ti. 
Se me escapa la franqueza de estos sentimientos. 
Esos que me dicen que aún, que todavía, sigues aquí. 
Sin pretextos, sin necesidades, simplemente lo estás. 

Me pasa que los razonamientos y las lógicas se han quedado sin respuestas. 
Enrededados en explicaciones injustificadas, 
en el intento vano de algo por coincidir,
en el calendario de solo domingos.

Llegaste en forma de ronquido, de acierto, de huracán. 
Te fuiste detrás de una cabalgata de utopías que iba más allá de mí, de nosotros. 
Y ya no importa lo que haz sido, lo que somos. 
Tus formas se desvanecieron levemente, 
entre ríos de memorias en sepia, 
entre nostalgias maquilladas y 
desamores arrancados de piel en piel. 

Hoy me vienes en recuerdo, en melodía, en poesía. 
Hoy tus ojos negros son ese otro fantasma que no se va.
Llegas y me abres el pecho de extremo a extremo, 
matándome, dejándome, llevándote... esta vez el miedo, 
y las penas. 

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