22 enero 2015
50 otoños de poesía y versos gastados
Viendo a través de tus ojos, veías a través de los míos.
No te dije nada, tampoco lo hiciste tú.
Nos deshicimos en espejímos, en arandelas transparentes.
Nos perdimos en límites paralelos.
Tu vida y la mía, nuestras vidas se habían gastado en un frasco viejo de recuerdos.
En un diccionario limitado de despedidas, en una carta en blanco que murió en otoño.
Nos deshicimos 365 veces, nos tejimos otras 365 veces de vuelta.
Con un beso endeudado, con una caricia en el aire,
como quien espera otra u otras.
Como quien aún siente los huesos pegados al alma, pero sabe que ya están rotos.
Tú y yo cosimos palabras en medio de días floreados y de noches escarchadas.
Después nos quedaron pendientes como 50 tazas de café al despertar.
Adeudamos "te quieros" secos, maquillados, anulados, perdidos.
Y luego, tejimos un par de sueños más a través de las hileras invisibles
de nuestros sentimientos. "Qué los sueños sean mentiras de verdad",
me lo tatuaste en el alma.
¿Qué veía en tus ojos?, ¿qué veías en los míos?
Un arcoiris desteñido en mitad de 50 otoños de poesía y versos gastados.
*Imagen tomada de https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/6b/03/a4/6b03a468f7860319e6a16c3260886f18.jpg
Etiquetas:
amor y desamor,
amor y otoño,
café de madrugada,
cartas cortas,
cartas de amor,
poemas de amor,
poesía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario