Están hiriendo susceptibilidades y provocando un caos existencial que produce altibajos emocionales. Dicen que el amor ciega la vista y que más allá, el tiempo cura y sana todo. Todavía me pregunto a qué tiempo se refieren, a qué búsquedas ausentes; si en verdad hacen complacencia a ese "tanto que habías sido y ahora eres nada".
Pero luego vuelvo y retomo, y comprendo que no son más que palabras al aire, pensamientos descolgados e inherentes a una serie de padecimientos que antes eran suyos, y ahora solo pertenecen a uno. Un capítulo de atrás, una diálogo imaginario que viene a la memoria cada vez que se abren las heridas y aparecen los perturbadores pensamientos.
Ella no ha cambiado nada, ha digerido escenarios utópicos que al final de cuentas son puras realidades fatídicas. Un pasado atado, un presente inevitable y un futuro incierto, ese es el pajazo mental de sus eternas y siempre mismas conclusiones. Ya los puntos no son suspensivos, ya no hay comas, ni dos puntos...esta vez lo único que logró echar a afuera fue: un adiós endemoniado.
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