Dos amantes, dos corazones, dos vidas y después de tantas veces un alma hecha de carne y hueso. Ese tipo de encuentros torpes que destellan magia desde lo más inverosímil, algunas sensaciones que enredan compañías y aun más cuando cuesta desprenderse de los afectos que se incrustan debajo de las pieles.
Días, semanas y meses a punto de acortar distancias.
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