Una forma sutil de escapar, de doblegar temores y perdidas pasajeras es reposar en silencio en una mirada de complicidad...morir un par de veces con palabras inesperadas que dejan un toque de vida después de la muerte y resucitar con abrazos cálidos que llenan las sonrisas y echan afuera cualquier clase de despedidas.
Conjugar sentimientos encontrados con ansias menos carnales, cercenar el egoísmo del futuro y vivir eternamente enredados en instantes presentes que lograron romper lazos del pasado.
Psdta: esta noche también hubo despedidas.
1 comentario:
que blog tan bonito :)
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