Incesante e incrustado en las pieles, gimiendo de a poco y después de un año aun sigue tan intacto, matando en silencio y dejando morir. Ya va siendo hora de cerrar los apretones y borrar sin compasión los recuerdos, también echarle gotas de anestesia a la memoria y seguir como si nada.
Veo aquellas frases, aquellas dedicatorias, aquellas palabras que no me pertenecen y provocan un nudo en la garganta...van saliendo las lágrimas a medianoche y el dolor tan atrevido y descarado burlándose de la soledad y de los pedazos rasgados del corazón. Lo has roto más de dos veces, maldito corazón el tuyo.
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