"Sus ojos clavados en mí, sus manos apretando mi cuerpo y su alma contando los latidos mi corazón, siempre ha sido así, de una manera inesperada que solo puedo comprender cuando hay un tiempo íntimo y perfecto, un momento invadido por la armonía de sus sonrisas y las mías, un viaje sobre aguas calmadas y tranquilas, un apretón de dos cuerpos sincronizados en un camino dispuesto por el destino.
Ese tipo de sensaciones que no van y vienen, por el contrario, permanecen intactas aún después de la efervescencia de las pasiones de carne y hueso, un respiro en medio de la tormenta fabricada por la ira y el enojo, un suspiro que vale tanto incluso al borde de la muerte.
Todo se reduce a un momento, sus ojos puestos en mí, el mundo alrededor ajeno y ausente...y una historia que volviéndola a recordar eriza las fibras de mi alma".
No hay comentarios:
Publicar un comentario