27 marzo 2011

El alma en escala de grises

"A veces la verdad no basta". Todas las historias se escriben en tiempos distintos y los dolores que vienen con ellas cicatrizan mientras los recuerdos se olvidan. Una vez se ama y después se deja de amar, se pierden ilusiones y se mueren esas emociones que nacen en una estación cualquiera. 

De repente, los sentimientos se desgastan y quedan las heridas. Palabras y soledades, ninguna de las dos es la cura o el remedio. Desahogarse en medio de noches frías y mañanas comunes. Andar sin andar y dejarse empapar por las rutinas. "A veces la verdad no basta", ni siquiera un poco de fe sirve como algo de sobra para equilibrar el dolor y la felicidad, porque no existe esa eternidad diseñada por la imaginación. 

Realmente quedaron pocas horas
Están los versos y el arte para dibujar un tanto de las alegrías, y también están para desmaquillar las sonrisas y romper las promesas. Y esperando que suceda un milagro se pasan los años, se va la vida, se pierden amores, se acaban las ganas y se desvanecen los sueños. 

Acciones y reacciones, quemaduras en el alma, despojos del corazón. Un alimento que no sacia el hambre de paz y ansias de gozo. Pensamientos de carne y hueso en un papel, sentimientos livianos que dañan cuando falta la otra mitad, memorias que amargan las horas cuando el camino lleva hasta lugares antes transitados y compañías invisibles a un lado de la cama cuando llega amanecer y pasa el primer día después de otra despedida. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario