Ya va siendo tiempo de dejar el pasado, de olvidar aquellas historias y enterrar las palabras de cada madrugada. Ya no jugamos a querernos sin amarnos, ni odiarnos sin adorarnos, ya el tiempo de los dos pasó.
Una y otra vez noches encendidas de placeres clandestinos, una y otra vez de promesas desgastadas por los labios. Estoy contigo y no lo estoy. Somos y dejamos de serlo, después de la madrugada, el sol brillará tras las ventanas de la habitación y su luz golpeará suavemente mi rostro: señal de que volveré a dormir sin compañía.
1 comentario:
Llega un momento exacto en nuestras vidas en los cuales hay que elegir entre seguir soñando o despertar para poder cumplir los sueños que todavía tenemos...
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