15 marzo 2011

A ti te estoy hablando

Cerquita, pegado a la piel, untado de pasiones. Desmedido, sin pudor, libre y humano. 

De pantalones anchos, camisa rayada y tenis blancos. Después de los 34, seguía siendo varonil y caballero, dos cualidades imposibles de hallar en un Adán del siglo XXI. 

Varonil, cuando metía su mano debajo de mis faldas sin descaro, deslizando su lengua sutilmente sobre mi cuello y  se amarraba a mi cuerpo como un gancho sin cremallera. Caballero, cuando sin fechas especiales ni aniversarios, una rosa blanca y cenas a medianoche fueron la cajita de sorpresa en días inesperados.

Cómplices, amantes, pecadores y enamorados. Algunas buenas noches desnudas, otros buenos días en calor. Nunca, buenas tardes sin tocarnos.    

2 comentarios:

Gastón dijo...

Y qué mejor que decir "buenas noches" para una nueva bienvenida!!!

Yessi dijo...

Son palabras que desbordan sensualidad. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Publicar un comentario