-Sí, llevabas una Chal negro y parecias apenada.
-No me percaté que esperabas afuera y más porque el baño de mujeres no estaba disponible...me tocó colarme al de ustedes.
De pronto, un silencio interrumpió la conversación que apenas iniciada ya daba señales de terminarse.
-Ese es mi bus, hablamos otro día -me dijo sin disimular su afán. Al menos cruzamos palabras y se me espantaron las inaguantables ganas de volvérmelo a topar.
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