19 diciembre 2009

Heridas

Duelen a veces las heridas del alma. Se hace un nudo en la garganta cuando el tiempo mata el poco amor con  largas ausencias. Esas heridas se han quedado marcadas con la tinta derramada en las hojas de papel donde ya no puedo escribirte.

He negado tantos sentimientos que vienen y van, he dejado los besos para después de la cena y he preferido quitarme el frío de la madrugada arropada debajo de la piel de tu cuerpo. Sin embargo estos dolores me siguen doliendo, no ceden al cariño ni a la poesía de los labios compartidos.

Duelen las heridas cuando no respondes a mis amores, cuando ignoras que una palabra en silencio a veces es mejor dicha con una simple mirada, que con cualquier expresión de sobra.


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