Sus palabras fueron simples. Intenté buscar otro modo de hablarle pero no hubo respuesta, esperaba que me llamara y colgara sus besos en mis labios, pero no.
Volvía de nuevo el silencio, la soledad y las canciones de cama; su despedida fue la misma que la noche anterior: un hasta luego dejado en el aire y una mirada sin sentir.
Son unos versos y algunos poemas rotos. Es una habitación oscura y a solas conmigo, es una espera inaguantable y un deseo que ya no deseo tanto. Es otra historia, con otras lágrimas y otros amores.
Fueron sus besos en el aire lejos de mi boca, lejos de mí. Los sentimientos cambiaron con el tiempo y murieron en tu alma. A veces los míos se han secado, pero los vientos del corazón los renuevan con aquellos recuerdos de otros tiempos, de otros instantes.
Ahora solo tengo besos en el aire, y desamores que duelen y matan ilusiones.
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