18 junio 2014

Podrías

Bendita noche, te dije. El indeleble recuerdo de tres palabras, del sonido de tu voz, de tu mirada incandescente y de tu silencio. 

Yo quería decirte tantas cosas, pero no hubo un después. Y  hoy estoy aquí, intentando acomodar las letras, los sentimientos, detener en mi memoria el tiempo nuestro: intangible, distante, pero también traicionero.  

No estábamos destinados, ni mucho menos fue el resultado de promesas tiradas o dejadas en el pasado, simplemente fue una sutil coincidencia, que hoy me resta horas de sueño y se lleva todos mis pensamientos a una sola causa: cruzar el océano con tal de buscarte y quedarme indefinitivamente, allí en lo más profundo de ti.  

Podría darte el tiempo que necesites para que puedas andar, podrías instalarte en el "para siempre" de mi vida, podrías destrabar tus causas perdidas, podrías... podrías tantas cosas. 

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