Ahí estaba, perfectamente planeado y el tiempo girando al revés. Un poco de resentimiento, falta de esencia y todos los recuerdos rotos debajo de las sábanas....más de nada, menos intento y demasías inexplicables clavadas entre los poros del corazón.
Una sonrisa efímera, un beso robado y un dejarse ir antes de mirar hacia atrás. Aquel día de suerte y las estrellas de cartón se deshicieron entre los labios y las canciones que vinieron a la cama cuando aún eran las diez.
"Pero, que tú sientas lo mismo...."
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