24 mayo 2011

Tatuajes de fantasía

Un cajón repleto de canciones, una botella vacía y un cenicero destapado con un millón de colillas. Y un espanto relegado al olvido. 

Noche tras noche, asaltos de madrugadas, besos cautivos a la distancia y trozos de palabras a medias que se quedan en la punta de los labios...porque ha dejado de ser normal recibir descargas de sentimientos inútiles que solo sobreviven un par de meses y luego se marchan y se funden en las últimas llamas de fuego. 

Llegué a creer que un leve suspiro tuyo fue señal de un pequeño puente que empezaba a construirse, que la extraña sensación de los besos y de los abrazos habían forjado risas del alma, relegando la pena y el dolor. El error, fantasía de emociones ligeras causada por la música que nos encontró. 

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