05 marzo 2011

Ni como Picasso ni como Botero

Lienzos perfectamente trazados, acuarelas vivas y muertas, sensaciones del pasado y del futuro. La llovizna de un día en abril, el paraguas como arma contra tempestades, la noche bulliciosa por el tráfico de las seis. Y un mes pasado: el carnaval de las sonrisas, de las fiestas hasta la madrugada y de los cuatro días disfrazados de alcohol y cigarrillos. 

Quedarse delante del computador, ordenando los pensamientos de la semana, desmarañando las palabras guardadas en el papel y extrañando los domingos por la tarde en casa de Alberto. De ruido, un canción de Marco Antonio Solís, de bebida una Coca Cola, de postre un ponky de caramelo...la casa, solo conmigo...las distancias, cruzadas desde febrero...la tarde, con poesía y recuerdos. 

Esperas inquietas
"Hiriente y absurda, pequeña y frágil. Me gustas más, cuando llevas el lazo morado y los jeans rotos, eres más tú".

Pudo haber sido mejor o peor. Quizás, ninguna de las dos. Los lienzos y la acuarela de estos pensamientos, no fueron para dibujar como Picasso o Botero; pintar con palabras, sentimientos de un sábado cuando el tiempo sin control remoto seguía avanzado por las avenidas del universo.

1 comentario:

Gastón dijo...

Las mejores formas, los colores más intensos, los pensamientos más libres se expresan con el mejor de los pinceles, que en este caso, lleva por nombre teclado.

Y vos, a través de tus palabras hacés al mejor de las artes, de esas que uno se las queda mirando (leyendo) en el marco del monitor.

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