Qué podría decir. No es una película, ni una telenovela: es mi vida. Son mis días, la eternidad de mis sueños, la franqueza de mis labios, la honestidad de mis sonrisas y la impaciencia de siempre. Después de algunos años sin ti he vivido, respirado y sentido que la existencia está plagiada de suspiros y millones de palabras que dejan algunos vacíos, y otras veces llenan aquellos espacios.
Y resulta que volar tan lejos, no es ni siquiera la mitad de lo soñado. Una plegaria al cielo, un silencio después del llanto
y mis voluntades intentando dejarte pasar.
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