No es justo, te marchaste cuando no debías. Pero debió ser así, un amor efímero, inusual y doloroso. Dejé mi lápiz labial en tu camisa y mi perfume en cada centímetro de tu piel. Bebimos muchos Capuchinos a las doce de la noche, mezclamos los besos con el olor a cigarrillo y bailamos las canciones de Ella baila sola.

Mañana me pondré la mejor ropa, pintaré mis labios, cortaré mi cabello y encontraré a un hombre en la barra del bar a quien llamaré cariño por algunos días.
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