Debería decirle la verdad, pero no puedo. Mejor es esperar que el tiempo pase y lo borre de cada pensamiento. No se trata de encontrar a alguien por casualidad, no son solo besos y palabras que salen del corazón, no todo puede resultar en poco tiempo y después desaparecer sin dejar rastro.

Después de cinco citas y un día bajo la lluvia fue otra historia que se quedó atascada sin final. Un tropezón en noviembre y un chapuzón para la ilusión. Quedó sin cumplir una noche a solas, un beso que le hubiera arrancado el aliento y una cena a media noche después de reír y contarnos la vida que soñamos.
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