Hay un trazo de poemas colgados en la puerta de mi habitación, una rosa roja guardada en "Cien años de soledad" y un casette de canciones de Rocío Durcal. Mientras pasa el tiempo siento que los recuerdos se van desvaneciendo con ellos, ojalá y no queden sus aromas ni rastros.
Ojalá venga la lluvia y deshaga la ausencia de Abril sin ti y también se lleve los silencios y el fuego de esta pasión que no quiere morirse. Tuve tantas ganas de ti, de tu alma, de tus sombras, de tus besos, pero el tiempo feliz se fue con los sueños que ahora son nuestros imposibles. Son promesas perdidas y regalos dejados en el ayer.
En la nada quedaron los instantes de amor, las noches de luna llena y las amaneceres colgados entre tus brazos, ahora de ti solo tengo heridas abiertas y desconsuelos amargos.
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