Sentada, contando las horas, aburrida de la estupidez visceral, agotada de las mismas letras y palabras acabadas que rellenan un papel. Es hora, es tiempo ya de romper en gritos y mandar al carajo a todo el mundo. Quiero una pausa, una cama, un beso con algún extraño...añoro otras carreteras y por supuesto desterrar un amor imposible que yace de raíz en el alma.
Me consuela una partitura, una melodía que pareciera repetirse en la sinfonía de una banda sonora, pero es simplemente el recuerdo, aquella evocación inocente de un tiempo pasado y de un presente aturdido a causa de tantos males ajenos y planes grabados con los ojos abiertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario