Me siento como si nunca te hubiera conocido. Y hay tanta desesperación y ansiedad que duele la falta de un cariño, de un amor. He leído toda la tarde, escrito tanto de tantas gentes, he llorado en estas palabras. Y lo peor del día han sido los recuerdos, la pesadez de mi vida echa un terrible laberinto que se enredó aún más cuando te fuiste de repente.
Estoy en esos días donde la melancolía y la nostalgia amargan y dejan un nudo en la garganta. Lo he buscado, he cantado para aliviar las sensaciones terribles de estar sola en casa. Voy por un vaso con agua y unos panecillos de queso, vuelvo a la ventana y me recuesto sobre la cama, cierro los ojos y ahí te apareces como si nada. Me siento en el abismo y ni siquiera lo sabes, pero tampoco tendría sentido que te enteraras de esta novedad porque supongo que no volverías para abrazarme y quedarte unas horas juntos.
Me siento como si nunca te hubiera conocido. Es una contradicción, pero es lo que siento. Porque el no haberte conocido no me ahorraría la tristeza que jamás hubieras dejado, sencillamente habría alguien más en tu lugar.
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