Amanecer despierta, callada y mirando el silencio. ¿Realmente se puede mirar el silencio?, en sus ojos: sí. Apretar tan fuerte sus entrañas que me quede prendida de todo el aroma que emana su alma, estrujar los pensamientos colgados en la memoria hasta penetrarlos y mirar dentro de ellos el lugar que ocupa mi nombre.
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¿Has escuchado mi corazón? |
Y lo he buscado siempre, toda la vida y aún más allá de los días corrientes y comunes. Lo esperé sentada al borde de la cama, bajo la lluvia de agosto y la primavera anticipada. En el otoño del corazón y en el invierno de noviembre. Hojas secas, rosas marchitas, estrellas apagadas, cielos desdibujados, ese fue el horizonte detrás de la existencia, a un paso de los caminos del destino.
Amanecer despierta, callada y mirando el silencio. ¿Realmente se puede mirar el silencio?, en sus ojos: sí. Entonces, buscaré debajo de las letras que escribí un par de sentimientos que antes había callado.
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