Que te quedes por el resto de la vida o pierdas unos segundos más de existencia en esta rendición. Estoy buscando un tragaluz que refleje los tatuajes mentales de mi alma y así de esa manera, te percates que existo, que vivo, que respiro, que tengo un nombre y varios deseos atrapados en el corazón.
La vida y todo lo demás se están yendo de golpe. Los caminos no han sido trazados aún y mientras tanto los interminables cafés y poemas que invaden mis años siguen estando sin destinatarios. Grabados en hojas, papeles y vacíos que le pertenecen a unos cuantos amores que hoy deambulan lejos de estos lugares.
No pretendo escalar las montañas del corazón, ni luchar por besos no correspondidos. Las cosas están para darse, para abrirse al tiempo que lo dispongan, las leyes del infinito responden a instintos sobrenaturales que ni siquiera ocuparían lugar en la imaginación de poetas cursis. Hoy es tiempo de revelar aquellos secretos que no tienen cabida a estos pensamientos, porque ya es momento de gritarlos en silencio y esperar que lo demás suceda a pesar de las respuestas que no se esperan y de las despedidas que llegarán antes de lo esperado: estoy buscando un tragaluz que refleje los tatuajes mentales de mi alma y te percates que existo, que vivo, que respiro.
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