28 octubre 2010

Dos

Encerrada entre paredes transparentes, con el desliz de la depresión, las amarguras de extranjeros que se desquitan con mi corazón y la vanidad de terceros que merodean por mis calles.

Últimamente ha vuelto, está dejando marcas: extraño, necesito, beso, mirada, abrazo, lluvia, noche. Están pegadas en la almohada y a las ventanas invisbles de mi interior.

No sé si al despertarte esta mañana habrías tenido algún pensamiento fugaz de mi recuerdo, si inevitablemente te robé una sonrisa en la distancia o te hice falta en el lado derecho de la cama. Porque debo decirte que de mi parte extrañé tus palabras tontas al oído, tu silencio al despertar y hacer el amor cada noche sin tocarme. Te reirás después de todo, lloraré un par de meses, seguirás como si nada, dejaré mi ciudad, y tú como si nada, simplemente amarás de nuevo con la piel encendida de pasión.
En cambio yo, seguiré escribiendo canciones para dejar ir el dolor. Así se pasan las heridas.

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