Desearía que estuvieras aquí, que no preguntaras lo que quiero, pero sí que lo supieras. Ojalá y no tuviera que soñarlo la mayoría de las veces, pero resulta tan lamentable que te vayas cada vez que intento detenerte, no lo sospechas. Cuando aprisiono mi mano fuerte en la tuya y me voy encima de ti con un abrazo que puede partirte hasta el alma, o cuando busco tus labios y me quedo en ellos sin la mínima intención de despegarme un segundo.

No me puedo acostumbrar a cariños prestados ni emociones pasajeras. Ya estoy cansada de eso...desearía que estuvieras aquí y no tuvieras que dejarme como lo han hecho todos.
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