Uno de estos días voy a decidirme a olvidar todo lo que más duele...Enterrar las amarguras que vienen y dan la vuelta, pero no se marchan. Algunas veces quisiera ir más allá de tus labios, de tus ojos, de tu piel, de tu alma y solo tocar a través de ti las cosas que nadie más puede ver.
De repente, los sentimientos dejan de ser y todo en mí queda como antes: un corazón partido y un poema sin destinatario. Es una forma de asimilar que las noches soñadas y los sueños bajados a la cama solo eran espejismos de instantes pasados.
Uno de estos días quisiera despertar de los deseos imposibles y arrancarme el desespero por el cansancio de no tenerte. Y sin que nadie me lo pida, dejar el corazón en su lugar, sin dueño y sin llave.
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